Latam ¿Qué está pasando?

1. Ecuador: Noboa comenzará su campaña a la reelección

Mientras el presidente electo se encuentra en una gira internacional buscando apoyos en materia de seguridad e inversión, se van anunciando algunos nombres que conformarán un gabinete jóven en líneas generales. Roberto Luque Nuques se encargará de Obras Públicas y Franklin Palacios de Agricultura, Gabriela Sommerfeld ocupará el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Sonsoles García estará al frente de Producción y Comercio Exterior, Iván Carmigniani, será el titular de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.

En paralelo, en la Asamblea Nacional avanzan los preparativos para la primera sesión plenaria, la cual está planificada para el 20 de noviembre y el juramento y cambio de mando para el 1 de diciembre. De hecho, ahí reside ahora mismo la principal preocupación de Noboa. 

Debemos recordar que Lasso tenía una relación hostil con el Congreso, luego de su ruptura con el Partido Social Cristiano que le llevó a tener un gobierno en minoría que impidió impulsar su agenda primero, a pretender llevar adelante sus medidas a través de consultas populares después y a determinar la “muerte cruzada” después. Es por ello, que el principal reto de Noboa es conseguir una coalición que le permita gobernabilidad, de lo contrario la inestabilidad política para el Ecuador podría agudizarse sustancialmente. Pero ¿Qué opciones tiene Noboa?

El escenario está planteado de la siguiente manera: Por un lado, Noboa podría optar por coaligarse con el correísmo. De hacerlo contaría con 66 votos y necesitaría a 4 independientes para conseguir una mayoría absoluta. A priori esta no sería una opción óptima, ya que el correísmo podría tener incentivos para romper la alianza en cualquier momento según el tema que se trate en la Asamblea. En definitiva, es un socio poco confiable y sería mal recibido por quienes dieron su apoyo en el ballotage.

Por otro lado, Noboa podría coaligarse con las otras minorías y no incluir al correísmo. Por ejemplo, podría lograr un consenso con la bancada de Construye, con el Partido Social Cristiano y los independientes aliados a Lucio Gutierrez. De hacerlo, lograría alrededor de 78 votos. Consolidar esta alianza, si bien incluye a más actores con los que negociar medidas, podría ser una opción mucho más estratégica de cara a las próximas elecciones. 

Y es que quien piense que Daniel Noboa está pensando solo en generar gobernabilidad para los próximos 17 meses y dejar un buen legado en un corto periodo de tiempo está muy equivocado. Noboa empezará su campaña hacia la reelección y hará todo lo posible por posicionarse como un presidente resolutivo y de acción, pero sobre todo buscará construir un proyecto de país desde el Ejecutivo. Cada éxito en materia de política pública será un paso más hacia esa reelección, del mismo modo que cada error se entenderá como un presidente poco preparado. En cualquier caso, desde que Noboa juré el cargo debemos leer cada una de sus acciones con miras hacia su reelección en 2025.

 

2. Argentina: Un balotaje histórico

Nos encontramos a pocos días de la segunda vuelta entre Javier Milei y Sergio Massa, el día 19 de noviembre se dirimirá la gran incógnita en la que se encuentra el pueblo argentino. Pero antes, el día 12 de diciembre – una semana antes del balotaje – ambos candidatos debatirán frente a frente en el que se espera sea uno de los debates más vistos de los últimos tiempos. Ambos candidatos se encuentran buscando ahora mismo conquistar a los votantes de otras fuerzas políticas.

La intensidad política no ha parado horas después de la primera vuelta. El escenario obligó, inevitablemente, a que los candidatos derrotados replantearan su posicionamiento en términos de apoyo o neutralidad hacia los candidatos ganadores. Una de las primeras fue Patricia Bullrich, quien – tras una reunión a tres junto a Macri y Milei – dijo que había saldado diferencias y mostraba su apoyo “individual” hacia Javier Milei de cara a la segunda vuelta. Este hecho, sin duda, ensancha la base de apoyos de Milie, cuyo reto será ahora convencer a los más moderados de Juntos por el Cambio.

Por la parte de Unión por la Patria, recientemente el Partido Socialista – que había apoyado a Juan Schiaretti en primera vuelta – oficializó su apoyo a Massa. Mientras, en Córdoba, el gobernador Schiaretti continúa con su postura neutral sin pronunciarse abiertamente sobre ninguno de los aspirantes presidenciales.

Más allá de los acuerdos alcanzados por cada uno de los espacios, la clave será entender cuál será el comportamiento de los votantes que confiaron en Patricia Bullrich y si, después del apoyo expresado, finalmente parte de ese 24% que obtuvo en primera vuelta pasa a apoyar al candidato libertario. En todo caso, esa es la principal incógnita ya que es probable que los más moderados terminen votando al oficialismo espantados por las radicales propuesta de Milei o simplemente decidan no ir a votar. Por el contrario, podría suceder que el voto antikihsnerista se movilice en torno a la figura de Milei.   

De lado de Massa debemos tener presente algo que ya vimos en la sorpresiva primera vuelta, donde el aparato peronista funcionó a toda maquina a nivel nacional. El peronismo, a lo largo de la historia, ha demostrado ser un movimiento que, aun en los momentos más complejos para la Argentina ha sabido recomponerse y adaptarse bajo nuevos liderazgos altamente competitivos. En este momento histórico queda claro que se recompone y se consolida con Sergio Massa al frente.

 

3. Panama: La mineria activa un descontento social sin precedentes

El país caballero atraviesa por una de las crisis sociales más grandes de los últimos años. Esta vez, vuele a ser el tema minero que ya provocó protestas en julio del año pasado. En aquel momento el gobierno de Cortizo consiguió contener el malestar ciudadano con la convocatoria a un diálogo cuyos resultados, claramente, no satisfacen las demandas de varios sectores sociales que hoy, a 10 días del inicio de las protestas, continuan en las calles exigiendo la derogación de la Ley 406. Pero ¿Cuáles son los motivos claves por los cuales miles de manifestantes han tomado las calles?

El gobierno de Laurentino Cortizo y First Quantum Minerals acordaron en marzo de este año un contrato de concesión ampliada de la mina Cobre Panamá a 20 años, que establece ingresos mínimos de 375 millones de dólares al físico y la supervisión estatal a la operación. Las actividades de la mina representan casi el 5% de la economía de Panamá. Este acuerdo, tanto para los trabajadores sindicalizados, ambientalistas, indigenas y población en general, es un pésimo acuerdo en términos, no solo de beneficios económicos, sino también en materia de huella ecológica. La mina en cuestión se encuentra ubicada en una de las mayores reservas de biodiversidad de la región. 

Por otro lado, más allá de la cuestión ambiental, hay un profundo malestar por la falta de escucha por parte del presidente Cortizo y por las formas en que se aprobó el proyecto de Ley en la Asamblea Nacional. Lo que ha desembocado en una crisis institucional que ahora mismo genera mayor incertidumbre en el país. 

El pasado 29 de octubre, Cortizo en un mensaje al país anunció que solicitaría al TE realizar una consulta popular para la derogación de la Ley 406, para el día 17 de diciembre.  Un día después, el día 30 de octubre, el Presidente Magistrado declaró que no existen las condiciones para organizar la pretendida consulta popular. Uno de los principales argumentos fue que la Corte Suprema de Justicia tiene en estos momentos demandas de inconstitucionalidad en contra de la citada Ley 406 que, de resolverse antes de la fecha, la consulta popular “sería innecesaria”. Hasta ahora, se han presentado seis demandas de inconstitucionalidad; de momento se han admitido dos (una por la magistrada María Eugenia López y la otra por Olmedo Arrocha).

El caso del contrato minero está hoy en manos de la Corte Suprema, sin duda el tema minero se convertirá en uno de los temas de la campaña.

 

4. Colombia: Las regionales marcan un antes y un después en la era de Petro

Las recientes elecciones Regionales cambiaron sustancialmente el mapa político en los departamentos y municipios. Con ello, claramente comienza una nueva etapa del gobierno de Petro. Y es que la nueva correlación de fuerzas local será el contrapeso de Petro. Carlos Fernando Galán arrasó en Bogotá al obtener más del 49% de los votos y duplicar los resultados de sus rivales Juan Daniel Oviedo y Gustavo Bolívar, cuya derrota es la más sensible para el oficialismo dado que la capital fue un bastión en las pasadas elecciones presidenciales. 

En Medellín se impuso con comodidad Federico Gutiérrez, al igual que ocurrió con Alex Char en Barranquilla y con Jaime Andrés Beltrán en Bucaramanga. En Cali, Alejandro Eder se impuso en la que fue la carrera electoral más reñida en las ciudades más grandes del país.

Dentro de las varias interpretaciones y lecturas post electorales, las elecciones de este pasado domingo pueden leerse como un freno a la agenda de cambio de Petro y de un retorno de las fuerzas tradicionales desde el mundo local. Los representantes de la política tradicional vuelven a liderar las elecciones a nivel nacional después de que, por primera vez, un gobierno de izquierda se posicionara en el ejecutivo.

El Pacto Histórico debe leer detenidamente los resultados. Lo cierto es que el partido oficialista sigue siendo un movimiento sin mucha experiencia ni proyección nacional a nivel local y regional. No es un partido de alcance nacional, sino una coalición electoral de fuerzas de izquierda con una serie de demandas y expectativas diferentes. Justamente eso ha quedado demostrado en estas elecciones. El Pacto Histórico no fue capaz de ser competitivo en ninguna de las grandes ciudades, mantuvo el poder solo el 2 gobernaciones Nariño y Magdalena y no será mayoría en ninguna de las asambleas departamentales o concejos municipales.